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 Al aplazar el jueves la entrega de dos policías secuestrados en enero, y llevar al Gobierno a extender por 12 horas el cese de operaciones militares en los límites del Valle y Cauca, las Farc volvieron a jalar la pita hasta un punto innecesario.

Incómodo para su contraparte en los diálogos de La Habana -algo que no las debe molestar-, pero también perjudicial para ellas. Independientemente de la credibilidad del argumento que dieron, la presencia de periodistas, fue masivo el rechazo a la licencia que se dieron.

«Las Farc no se ayudan», dijo alguien que está adentro de los diálogos en Cuba. Y tampoco, claro está, le ayudan al presidente Juan Manuel Santos a sostener el proceso de paz.

Si bien lo que la mayoría esperaba era la extensión del tiempo de cese militar para obtener la liberación de los policías, no faltaron los que vieron «debilidad» en este gesto del Gobierno. No solo los conocidos críticos de los diálogos.

Sería ingenuo creer que las Farc le harán fácil al presidente Santos un acuerdo para terminar el conflicto, sobre todo cuando están convencidas de que su reelección puede depender del éxito de los diálogos, pero, al ponerlo en aprietos con la opinión pública, ponen en riesgo el proceso de paz que han llamado a defender.

Resulta extraño, porque no ignoran que una ruptura de las conversaciones a tiempo también puede jugar a favor de la reelección.
Ya las Farc habían obtenido cierta victoria al lograr, así fuera temporalmente, la suspensión de acciones militares en dos zonas -también en un área de Nariño para liberación de un militar-, cuando lo que han oído repetir es que no parará la ofensiva contra ellas. Cumplir con los tiempos en la entrega de secuestrados les habría aumentado la ganancia política.

Hasta ahora, pese a los incidentes, el Gobierno no ha dicho que se vaya a levantar, pero estirar la pita más de la cuenta puede reventarla. Y no querrán las Farc parecer las culpables de un nuevo fracaso en el intento por cerrar el conflicto armado por la vía negociada, que siempre han defendido.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO

http://www.eltiempo.com/politica/las-farc-no-ayudan-anlisis_12600387-4

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