Más de cinco mil folios, en los que se encuentran las órdenes que varios generales dieron a los hombres bajo su mando en la última década, hacen parte del expediente que tiene un fiscal que investiga la presunta responsabilidad de esos altos oficiales en los ‘falsos positivos’.
Fuentes de la Fiscalía señalaron que, tras meses de investigación, los peritos de la policía judicial recopilaron información clave de unidades militares de Casanare, Antioquia, Norte de Santander, Cesar, Córdoba, Meta y Caquetá.
Con el apoyo de investigadores de la dirección de contexto, el fiscal delegado ante la corte que lleva el caso evalúa los radiogramas, órdenes de movimientos de tropa, traslados de uniformados, y hasta los discursos de los generales a sus hombres para establecer si existió una promoción del ‘body count’, la política de medir éxitos según el número de bajas enemigas.
“No hay indicios de que hayan participado directamente en ningún crimen, pero se está estableciendo si con sus instrucciones promovieron las muertes, si por línea de mando deben responder por hechos cometidos por subalternos”, dijo uno de los investigadores.
Una vez termine el análisis de esos documentos, la Fiscalía empezará a citar a los altos oficiales para que den explicaciones sobre sus actuaciones.
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