En un mes y medio, más de 25 columnas de la prensa nacional se han referido al aborto de una manera progresista. No tengo espacio para nombrar a cada uno de sus autores y autoras. ¡Gracias, amigos columnistas, periodistas, políticos, aliados, aliadas y hombres solidarios con las causas de las mujeres! Gracias a todos los que reconocen y valoran nuestra autonomía para decidir sobre nuestro cuerpo, nuestra sexualidad, nuestra intimidad y, en fin, nuestra vida. Gracias, amigos. Sé que todos no son forzosamente proabortistas -yo tampoco lo soy-; sin embargo, todos entendieron lo que significa para la democracia y para una justicia decente ser pro opción. Gracias, porque han demostrado que son capaces de ponerse en la piel de una mujer cuando decide responsablemente que no es el momento de ser madre. Gracias, porque entendieron que no es por falta de razón por lo que una mujer aborta, sino siempre por una justa razón que la lleva como último recurso a tomar esta decisión. Gracias, porque les duele a veces una mujer en todo el cuerpo, como lo decían tan bellamente Jorge Luis Borges y Gioconda Belli, esta feminista y escritora nicaragüense. Gracias por decirlo en sus columnas, en sus entrevistas, en sus escritos y declaraciones públicas; por decirlo a sus amigas y a la mujer amada. Gracias por acompañarnos en esta polémica que todavía divide el país a pesar de que, ya desde hace más de 20 años, vivimos en un Estado Social de Derecho, un Estado laico y multicultural que reconoce la convivencia de varias cosmovisiones y credos. Ustedes han sido mucho más numerosos de lo que creíamos, y no se imaginan cómo ha sido y sigue siendo importante y reconfortante saber que están ahí, compartiendo a su manera nuestra lucha y porque nos reconozcan como mujeres adultas, responsables, sujetos de derechos y protagonistas de nuestras vidas. Gracias por permitirnos encontrar cada vez más hombres que aman a mujeres inteligentes y autónomas. Y gracias también al Fiscal General de la Nación y a nuestra Ministra de la Justicia, por intermedio de la Comisión Asesora, por el Diseño de la Política Criminal, quienes se pronunciaron públicamente a favor de la ampliación de las causales despenalizadas.
Ahora, por supuesto, nos hace falta escuchar las voces de algunos funcionarios públicos, como el nuevo defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, como Guillermo Alfonso Jaramillo, secretario de Salud del Distrito Capital -estoy segura de que él está a favor y solo lo tiene que decir más fuerte y públicamente-. Gracias también a Cristina Plazas, a quien, en su calidad de alta consejera para la Equidad de Género, deseamos que sea cada vez más decidida y firme en relación con ese tema; gracias a algunos amigos y amigas del Senado. Y en cuanto al nuevo ministro de Salud, Alejandro Gaviria, acaba de expresarse favorablemente en relación con la inclusión del misoprostol en el POS. Estoy convencida de que pronto se declarará públicamente a favor del aborto legal, porque conocemos su trayectoria académica y democrática. Y sí, señor Procurador General de la Nación, señores del Partido Conservador, señores de las iglesias fundamentalistas -y digo fundamentalistas porque en algunas iglesias, y particularmente en la Iglesia católica, son crecientes las voces de hombres y mujeres que apoyan los principios planteados por organizaciones como Católicas por el Derecho a Decidir-, no les va a ser tan fácil hacernos retroceder en ese propósito porque el país está cambiando, ténganlo por seguro. Por cierto, nada está ganado todavía, y lo sabemos. No obstante, de pequeña batalla en pequeña batalla, estamos caminando con la firme decisión de no dar un solo paso atrás.
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