El secuestro de los hermanos de nacionalidad alemana Uwe y Günther Breuer se ha convertido en una talanquera para los “discretos” diálogos de paz que adelantan el Eln y el Gobierno.
Mientras la guerrilla encuentra en esta acción la probabilidad de ganar visibilidad y demostrar fortaleza a la hora de una negociación formal, en la Casa de Nariño están convencidos de que acciones de este tipo empantanan las discusiones y hacen que la opinión pública descalifique los avances que se vienen dando entre las partes.
Más allá de las diferencias, el Eln continúa provechando el golpe mediático que implicó el anuncio del secuestro de los hermanos Breuer y, manifestando dudas frente a la posibilidad de que se tratara de simples turistas, a través de su página web reclamaron “pruebas efectivas de veracidad, que aclaren sus vínculos con los señores retenidos. De la misma manera solicitamos a la empresa alemana para la cual se dice que trabajan o trabajaron dichos señores, demostrar sus respectivos vínculos laborales”.
Conscientes de la importancia que representa la participación de un país europeo en el marco de los avances para la negociación de paz, pidieron “al gobierno de Alemania, nombrar a uno de sus funcionarios acreditados en Colombia, para hacer los trámites entre su gobierno y el Eln”.
En este tire y afloje el Gobierno ha sido radical. Según pudo establecer El Espectador, ha dejado claro que el uso de este delito como herramienta política podría dejar por el piso los avances que, de acuerdo a lo contemplado, deberían ser mayores ahora que se culminó la cuarta ronda de diálogos con las Farc en La Habana.
http://www.elespectador.com/noticias/paz/articulo-404274-eln-entre-el-secuestro-y-el-dialogo