La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condena la privación de la libertad de la que son víctimas monseñor Jorge Enrique Jiménez, obispo de Zipaquirá y presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam), y el sacerdote Desiderio Orjuela, párroco de Pacho, Cundinamarca, al ser secuestrados el lunes 11 de noviembre.
La Oficina insta a los responsables de este hecho inaceptable para que liberen, de inmediato y sin condiciones, sanos y salvos, a monseñor Jiménez y al sacerdote Orjuela.
La Oficina rechaza enfáticamente todo secuestro. Asimismo les recuerda a los secuestradores que todas las personas tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal.
La Oficina expresa su solidaridad a los familiares y amigos del obispo Jiménez y del sacerdote Orjuela, a la Conferencia Episcopal de Colombia y a los miembros de la Iglesia.
