La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos en Colombia viene siendo testigo, junto a la sociedad colombiana, del incremento de las acciones de violencia indiscriminada e irracional por parte de los actores armados, cobrando un número cada vez mayor de víctimas civiles, entre las cuales hay una gran número de niños.
Profundamente consternada por el baño de sangre que va en aumento y en la seguridad que ello sólo abonará a una mayor violencia y desintegración, hace un llamamiento a todos los actores del conflicto para que intenten lograr -por el bien de todo el país-, bien sea acuerdos humanitarios o acciones unilaterales de buena voluntad que produzcan la distensión de la situación, favoreciendo el diálogo y el entendimiento necesarios para iniciar conversaciones de paz.
En ese sentido, saluda los diálogos que han tenido lugar entre los Sindicatos y el Gobierno que han permitido lograr un acuerdo entre las partes e insiste en que el diálogo serio y responsable es la única manera de lograr una solución a los problemas que están desangrando al país.
