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Medicina Legal ya está trabajando para tratar de determinar la identidad de las víctimas.

Mariana Riascos, la madre de una de las 70 personas desaparecidas en Buenaventura en el último año en medio de la pugna por las llamadas ‘fronteras invisibles’, vive con incertidumbre por la posibilidad de que, entre los restos hallados en fosas comunes en las últimas semanas en el puerto, estén los de su hijo Víctor Yesid Riascos.

Ella, al igual que las familias de los otros desaparecidos, no sabe si su ser querido está vivo o muerto. Víctor Yesid, de 21 años, quien laboraba como ayudante de colectivo, salió el sábado 24 de enero de su casa ubicada en la calle 7 de Diciembre, barrio Cabal Pombo, y no volvió a haber noticia de él.


“De la casa se fue solo y me dijo que se iba con unos amigos para una fiesta, pero no sé dónde. Los vecinos comentan que era la celebración de unos 15 años en el barrio Caldas”, recuerda la señora.

Tras el hallazgo de las fosas comunes realizado por el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía en Buenaventura, doña Mariana está pendiente de que le tomen muestras de sangre para la realización de análisis de ADN que puedan ser confrontados con los restos hallados.

La última fosa fue localizada el 3 de febrero en el barrio El Progreso, en la comuna 10 del puerto, y los restos recuperados fueron enviados a la sede del Instituto de Medicina Legal en Bogotá. Allí se les practican los procedimientos forenses para tratar de determinar la identidad de las víctimas, proceso que puede durar, al menos, tres o cuatro meses. Están cotejando el ADN con el de los familiares de personas que han desaparecido en los últimos años en Buenaventura y en todo el país.

La comisión del CTI, acompañada de una unidad canina de la entidad y un grupo de exhumación de Cali, ha logrado hallar nueve fosas con fragmentos de restos humanos y, en otras, cuerpos completos.

Buenaventura registra en los últimos años más de 165 reportes de desaparecidos y en los últimos siete meses se han presentado al menos doce casos de personas asesinadas y desmembradas.

La mayoría de casos están ligados con la guerra entre el ‘clan Úsuga’ y la organización conocida como ‘La Empresa’, que se disputan el control del narcotráfico que se mueve por el puerto y la extorsión a comerciantes.

A esas bandas criminales les atribuyen las llamadas ‘casas de pique’, lugares a donde supuestamente son llevadas las víctimas de cada bando para asesinarlas y luego desmembrarlas.

De hecho, el año pasado las autoridades lanzaron una ofensiva en la que fueron capturadas alrededor de 20 personas, señaladas de controlar esos macabros sitios. Durante los operativos, cayó Fanny Grueso Bonilla, alias ‘la Chili’, una de las dueñas de esas casas, quien fue capturada a finales de 2014 en Santiago de Chile, adonde había huido.

En busca de la verdad

A pesar de la ofensiva de las autoridades, en los últimos meses no se había logrado consolidar una pista para esclarecer las desapariciones.

“Los hallazgos de estas fosas comunes en el barrio El Progreso de Buenaventura son el resultado que se le ha exigido a la Fiscalía”, indicó la Personera (e.) de Buenaventura, Zully Andrea Rentería.

La funcionaria dijo que la localización de estas fosas evidencia que las bandas criminales que han tratado de lograr el control del puerto buscan no dejar evidencia de sus métodos para que, así, las familias de las víctimas no se empeñen en saber la verdad de lo ocurrido con sus seres queridos.

“Deja de ser un mito (la desaparición de personas en Buenaventura) y se convierte en realidad que las bandas criminales están utilizando la desaparición para que sus hechos delictivos queden en la impunidad y los familiares no tengan acceso a la verdad y la justicia”, agregó la personera Rentería.

http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/hallazgo-de-fosas-en-buenaventura/15253219

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