El esperado sueño de un dormitorio para los niños de la escuelita de Balsillas, en el norte del departamento del Caquetá, se esfumó luego de que guerrilleros de la Columna Móvil Teófilo Forero de las Farc dinamitaran el edificio.
«En un acto terrorista y demencial, bandidos de la primera compañía de la columna móvil ‘Teófilo Forero’ dinamitaron el centro educativo de Balsillas. Había sido entregado por el Ejército a esta comunidad en el 2011, con el fin de ayudarles a niños y adolescentes a tener más estabilidad», aseguró el coronel Juan Carlos Ramírez, comandante de la Novena Brigada del Ejército, que llegó hasta la zona por vía aérea, porque las dos carreteras de acceso están inhabilitadas. El Ejército suministró un video y fotografías donde se observan destruidos los dormitorios, que solo tenían un año de funcionamiento.
La escuela les prestaba servicio a 100 niños. Cuarenta de ellos vivían en inmediaciones del lugar y los otros 60, en áreas hasta a siete horas de camino. Debido al imposible desplazamiento diario que debían realizar los segundos, el Ejército, la Gobernación y la Embajada de Estados Unidos dieron recursos, hace dos años, para que la escuelita dejara de ser un conjunto de diez chozas en lona y pasara a tener aulas de concreto, una sala con computadores y dos dormitorios para niños y niñas.
La destrucción ocurrió el viernes, a las 9:30 de la noche. Las clases, que debían iniciarse este lunes, fueron aplazadas.
Pistas de nexos con las Bacrim
En computadores de jefes guerrilleros, la Policía encontró evidencias de la alianza de las Farc con la banda ‘los Urabeños’. En uno de los correos, ‘Alfonso Cano’ le escribe a ‘Iván Márquez’: «Por medio del narcotraficante Darío Antonio, ‘Otoniel’, quien tiene nexos con el ‘Becerro’, ‘Jacobo Arango’ y ‘Pedro Talibán’, existe infiltración en los frentes 57, 5 y 34». Según la Policía, en zonas como Urabá no hay guerra entre la banda y la guerrilla.
