El Centro de Memoria Histórica realizó el primer gran estudio sobre el secuestro en el país; la muestra es entre 1970 y 2010, y arroja que las Farc han sido los mayores secuestradores.
La cifra, que deja ver que en Colombia se han ejecutado casi 10.000 secuestros por década, es revelada por el Centro de Memoria Histórica en el estudio Una verdad secuestrada: cuarenta años de estadísticas de secuestro 1970-2010.
Aunque en todo el país las Farc son los mayores secuestradores, en Antioquia son superados por el Eln, a los que se señala la responsabilidad del 38 por ciento de los secuestros (540 casos), sobre una base de 1.422 hechos confirmados; además, en la categoría de «secuestros por autor presunto», el Eln es señalado del 34 por ciento de los plagios (1.668 plagios), sobre una muestra de 4.907 casos.
De 4.649 plagios entre 1940 y 2010, 2.835 terminaron por el pago de un rescate exigido por los secuestradores, mientras que 743 finalizaron por rescate y 464 personas fueron asesinadas durante el cautiverio. Los más afectados por este flagelo fueron los comerciantes que padecieron 834 casos de plagio sobre una base de 3.337 secuestrados, seguidos por la Fuerza Pública con 634 miembros secuestrados.
Una verdad secuestrada concluye que Antioquia, en volumen, es el departamento de Colombia en el que más secuestros se han presentado.
Secuestro en el 90% del país
El crimen, tipificado en el Derecho Internacional Humanitario (DIH), ha campeado por todo el país: secuestro ha habido en 1.006 municipios del país, y Colombia tiene 1.102 localidades. Entre todos esos municipios, Medellín es el segundo —después de Bogotá— en el que más ha ocurrido el plagio: 1.920 episodios que representan el 5 por ciento del total.
Las retenciones, que en su mayoría se dieron por razones económicas, tuvieron su pico más alto entre 1996 y 2005, llegando a más de 3.500 plagios en el año 2000, cuando se desarrollaba en San Vicente del Caguán, Caquetá, el proceso de paz del gobierno Pastrana con las Farc.
En la orilla de todos estos —39.058 secuestros en 40 años— hay historias como la del exgobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, que fue secuestrado cinco veces por las Farc y al que finalmente asesinaron. Además, 301 colombianos han sido retenidos más de una vez.
César Caballero, presidente de Cifras y Conceptos, la firma que realizó la investigación, dijo que en 1970 se empezaron a presentar los secuestros en Colombia, «eran más o menos cuarenta o cincuenta por año, hasta llegar en ese primer periodo a unos 350 plagios por año, de responsabilidad, sobre todo, del M-19».
En la investigación se conoció que fueron Los Tupamaros uruguayos los que les enseñaron a las redes urbanas del M-19 a secuestrar, «por lo que tuvieron mayor protagonismo en la primera etapa, después subió el Eln y luego las Farc», precisó Caballero, que señaló que en los últimos años se han hecho al secuestro las «redes criminales», que suman delincuencia común y bacrim.
Este, dijo César Caballero, es el primer estudio que se hace en el mundo sobre el secuestro en un país.
Por su parte, Gonzalo Sánchez, director del Centro de Memoria Histórica, habló del significado de este estudio que, en su opinión, «es uno de los temas más grandes del conflicto colombiano; atraviesa toda la historia del conflicto contemporáneo, por eso la importancia. Además, esto responde a un clamor social».
Sánchez adelantó que en los próximos meses también se presentará un informe sobre la desaparición forzada.
La metodología
La investigación sobre el secuestro en Colombia durante 40 años (1970-2010) tardó cinco años en construirse y utilizó la metodología de fuentes contrastadas en la que desarrolló una cadena de valor para la construcción de estadísticas sobre el plagio.
Ocho ejes transversales fueron la columna vertebral sobre la que se construyó la información en la que, según el Centro de Memoria Histórica, se acopiaron y consolidaron los datos, se buscó la caracterización de las víctimas, los autores, las exigencias, los desenlaces y procesos judiciales, entre otros temas.
Estos ejes fueron: búsqueda de información, adopción de una definición con fines estadísticos, diseño de base de datos y sistema de codificación, construcción de siete bases bajo una misma estructura, consolidación de una sola base de datos, validación de registros y complemento de información, depuración de casos y base de datos final.
Además, se cruzaron las bases de datos de entidades como la Policía, el DAS, la Fiscalía, Fondelibertad, medios de comunicación, consulta de 15 periódicos nacionales y regionales, Fundación País Libre y Cinep, entre otros.
El estudio incluye delitos como trata de personas en territorio colombiano, la denominada ‘pesca milagrosa’ (entendida como un secuestro, generalmente masivo, realizado en carreteras sin previo seguimiento o inteligencia), toma de rehenes, secuestros de menos de 24 horas donde existe evidencia de que hubo rescate, fuga o pago de la exigencia en ese tiempo.
Pero excluye casos de violación, ‘paseo millonario’ (entendido como toda retención ilegal ocurrida en menos de 24 horas, cuyo propósito central es la comisión de un hurto y se caracteriza por su corta duración, por no tener una alta planificación y carecer de una etapa de ocultamiento de la víctima), trata internacional de personas, desaparición forzada y reclutamiento forzado.
Lo que busca el informe
Gonzalo Sánchez explica que este insumo del Centro Nacional de Memoria Histórica busca proporcionar al país una fuente que sirva para que el país pueda esclarecer la verdad y facilitar la justicia y reparación.
«Estamos convencidos de que los datos estadísticos sonuna forma más de expresar la voz de las víctimas y de proporcionar herramientas para la interpretación y lucha contra el crimen», precisó.
Así también lo percibe el exsecuestrado Óscar Tulio Lizcano, al aseverar que es un insumo que sirve para sensibilizar al país «sobre el flagelo del secuestro por el que luchan muchas víctimas y que hemos tenido olvidadas en el país».
El último secuestro conocido que se presentó en el país fue el de Ángel Sánchez Fernández yMaría Concepción Marlaska, dos turistas españoles que fueron liberados el sábado pasado en Maicao, en una zona rural fronteriza con Venezuela.
En Antioquia, la familia del ingeniero León Andrés Montes, secuestrado por el Eln desde julio del 2012, ha reclamado a su hijo por diferentes medios.
Aún así, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, aseguró que hay 1.062 municipios del país, de los 1.103, en los que no se ha tenido un solo caso de plagio en lo corrido de 2013 (entre enero y 31 de mayo). Los familiares de las víctimas siguen a la espera del regreso de sus seres queridos y que el secuestro no siga siendo una verdad secuestrada.
Excongresista y exsecuestrado
Este informe en el que se presenta un dato contundente sobre el secuestro en Colombia desde 1970 a 2010, es un instrumento para los que siguen secuestrados y son víctimas, desaparecidos o desplazados, en este contexto de la guerra.
Sirve para sensibilizar al país, para que haya más solidaridad y acompañamiento a esas víctimas abandonadas por el Estado, por los medios de comunicación, por los mismos ciudadanos. Ellos, los familiares, están en una lucha casi estéril, buscando a las víctimas, a sus seres queridos que aún permanecen secuestrados. En ese sentido, sirve para visibilizar.
En otros casos de víctimas, como en el mío, la publicación de este tipo de informes sirve para crear condiciones, para que trabajemos más en el postconflicto en caso de que haya un acuerdo de paz con las Farc o con otras guerrillas si se inician los procesos.
Hay que trabajar en el perdón, porque si no hay perdón, no puede haber paz. Yo soy amigo de perdonar lo imperdonable.
Pero este informe con estos datos puede servir como insumo para reclamarles a los gurpos ilegales que secuestraron o que siguen haciéndolo, que digan la verdad, y que esta se sepa. Es importante que digan dónde están las personas que ellos se llevaron y de las que no volvió a saberse nada.
Lo que busca la familia de los secuestrados es saber dónde están sus seres queridos para hacer el duelo.