La única sobreviviente del clan político, masacrado por la guerrilla, rompe un silencio de 12 años.
El 9 de abril, Constanza Turbay Cote marchó por la paz con las Farc, la guerrilla que mató a su familia.
Su hermano Rodrigo, representante a la Cámara por el Caquetá, murió siendo secuestrado del grupo armado, en 1997. Su otro hermano, Diego, que era presidente de la Comisión de Paz de la Cámara, fue masacrado por la columna ‘Teófilo Forero’, junto con su mamá, Inés, y con otras cinco personas. Fue el 29 de diciembre del 2000, en la entonces zona de distensión del Caguán.
Con todo y esto, Constanza cree que “si hay verdad y reparación, las víctimas están obligadas a perdonar por la paz de Colombia”. Con estas palabras rompe su silencio de 12 años, ante el debate del Procurador y el Fiscal por el perdón que merecen las Farc.
Esta guerrilla ha sido condenada por los dos casos de los Turbay Cote. Aún la justicia investiga una supuesta alianza del exparlamentario Luis Fernando Almario con las Farc, para sacar del camino político del Caquetá a esta familia liberal.
Almario, recién llamado a juicio por la Corte Suprema por nexos con ‘paras’, es el único excongresista también investigado por supuestas alianzas con la guerrilla.
¿Qué piensa del debate del Procurador y el Fiscal sobre las víctimas de las Farc frente al proceso de paz?
Yo quiero la paz porque he vivido en carne propia la guerra, y no quiero que este dolor se repita. En todas las naciones se ha recurrido a la justicia transicional. Hay que hacer transiciones, hacer la paz con bases sólidas.
¿Y qué es una paz con bases sólidas para una víctima como usted?
Que parta de la verdad. Sin verdad, un proceso de paz no es legítimo. La verdad lleva al perdón y este, a la reconciliación.
¿O sea que está dispuesta a perdonar a las Farc?
Es algo que todas las víctimas tenemos que hacer. Si nos dicen la verdad y nos reparan, tenemos que perdonar. Si no, vamos a ser por siempre víctimas de nuestro propio dolor.
¿Usted está más del lado del Fiscal que del Procurador?
Estoy a favor de la justicia transicional y restaurativa. Del Procurador, lo único que puedo decir es que ha sido la instancia estatal más diligente frente a las múltiples pruebas en los procesos por el asesinato de mi familia (destituyó e inhabilitó al exparlamentario Almario).
¿Acepta entonces que un jefe de las Farc haga política, e incluso que no vaya a la cárcel?
No necesito que vayan a la cárcel. Cuando uno se pregunta por qué la guerra de Colombia ha sido tan larga, concluye que es porque hay muchos corazones heridos. La violencia viene de un corazón herido.
¿Cuando dice esto está pensando en las Farc?
En las Farc, en los paramilitares, en todos. ¿Qué les habrá faltado en su niñez?, ¿habrán sido víctimas de violencia?, ¿habrán vivido pobrezas extremas? En esto, todos tenemos que ver.
¿Qué siente cuando las Farc dicen que es el Estado el que tiene que pedir perdón?
Que a todos nos hace falta una gran dosis de sinceridad, pero porque no se ha dado el clima para que se exprese la verdad libremente. Yo me pregunto, y se los he preguntado a muchos: ¿dirían la verdad a sabiendas de que les van a tocar algunos años de cárcel? No me he encontrado la primera persona que me diga sí.
¿O sea que está de acuerdo con las Farc cuando dicen que no están dispuestas a pagar cárcel?
Tenemos que pensar en una nueva solución. ¿Cuál es la consecuencia de la cárcel? Verdades a medias. Y a medias viene todo lo demás; el odio sigue vivo. ¿Cuántas personas de la insurgencia no fueron víctimas de la violencia y entraron ahí para vengarse? La paz está por encima de todos los derechos, y si la guerrilla cumple con una verdad y una reparación verificables, ¿por qué no recurrir a la justicia transicional?
¿Está lista para eso?
Desde un principio. Siguiendo el ejemplo de mi mamá y mis hermanos, renuncié a cualquier odio o retaliación. Si no, mi vida sería muy amarga. Fue difícil.
¿Qué tan difícil?
Mucho. Estando entre los ataúdes de mi mamá y Diego recordaba que ella, días después del asesinato de Rodrigo, nos dijo a Diego y a mí que no guardáramos odios. Yo le supliqué al cielo que me diera las fuerzas para seguir su ejemplo. Esa era la mejor manera de honrarlos. A mi familia la mataron tildándola de paramilitar sin serlo. El crimen fue el resultado de perversas calumnias, que por sus inconsistencias terminaron delatando a su autor.
¿De quién está hablando?
Del exparlamentario Luis Fernando Almario, que para el colmo de la ironía acaba de ser llamado a juicio por la Corte Suprema por relaciones con el paramilitarismo.
¿Está convencida de que él tuvo que ver con la muerte de su familia?
Las Farc lo confesaron en un video.
¿Perdonaría a Almario si llegara a ser condenado?
Si Almario, en vez de seguir recurriendo a argucias, reconoce el mal que hizo, estoy obligada a perdonarlo.
Si yo titulo esta entrevista diciendo que Constanza Turbay Cote perdona a las Farc, ¿la estoy interpretando bien?
Sí. Es que tengo que perdonar.
En carta, ‘Timochenko’ responde a indígenas
‘Timochenko’, el máximo jefe de las Farc, respondió el lunes, desde la página web de esa guerrilla, la petición de un encuentro que hicieron indígenas del Consejo Regional del Cauca (Cric) y de la Onic. “Si ustedes tienen quejas o denuncias contra guerrilleros que de algún modo han cometido abusos contra los indígenas, estamos en disposición plena de recibirlas”, dijo el líder guerrillero, quien no descartó una reunión con estas etnias, que hace dos semanas condenaron a dos guerrilleros.
Novena ronda de diálogos, desde el miércoles
Los delegados del Gobierno y las Farc para los diálogos que buscan poner fin al conflicto con esta guerrilla comienzan el miércoles en La Habana la novena ronda de conversaciones, después de 11 días de receso.
Esta ronda arranca marcada por las diferencias frente al ritmo en los tiempos del proceso de paz y por la muerte en una operación militar de alias ‘Caliche’, hombre cercano a ‘Pablo Catatumbo’, jefe de las Farc que se incorporó a los diálogos en la octava ronda de conversaciones.
Frente al avance de la negociación, la guerrilla ha dicho estar satisfecha, pero el jefe de los negociadores del Gobierno, Humberto de la Calle, manifestó al terminar la ronda pasada que a la delegación oficial el ritmo le parece “insuficiente”.
MARISOL GÓMEZ GIRALDO
Editora de EL TIEMPO
En Twitter: @margogir
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