Será a las 22 horas de este viernes cuando, después de casi dos años de estar anclado en un muelle de Buenaventura, el San Raffaele, el barco hospital que se convirtió en la esperanza de los pobladores de la costa pacífica, vuelva a zarpar con una brigada médica dispuesta a aliviar los males en el litoral.
Así lo anunció Ana Lucía López, cofundadora del barco hospital, quien en medio del trajín antes de partir con rumbo sur hacia puerto Merizalde, a orillas del río Naya, compartió la alegría que significa rescatar esta labor.
Ella, ganadora del Premio Cafam a la Mujer 2014, recordó que fue precisamente el galardón el que permitió que las miradas se volvieran hacia el proyecto, a punto de naufragar.
“El premio nos dio visibilidad, y entre esas miradas estuvo la del presidente Juan Manuel Santos, quien encontró el gran impacto que tenía la labor médica y nos contactó con el Ministerio de Protección. Así se definió el proyecto Maternidad Segura en el litoral, de alrededor de 500 millones de pesos, y se reactivó la labor entre agosto y diciembre pasados, pero no en el barco sino en lanchas”, relató Ana Lucía.
Un equipo de diez profesionales recorrió las riberas de los ríos Naya, Yurumanguí, Cajambre y Raposo, en Buenaventura, y además de atender a unas mil personas, con prioridad de las madres gestantes, hizo un barrido y selección de nuevos pacientes.
Esto ocurría mientras en el muelle el barco hospital empezó un periodo de mantenimiento y reparación.
Tres empresas de la región respondieron al llamado de Ana Lucía y aportaron recursos que dejaron la nave de 21 metros de eslora y siete de manga lista para emprender su misión.
Y puerto Merizalde, el último punto donde –en julio de 2013– se realizó la última misión, será desde donde arrancará la nueva etapa.
Un equipo de 26 profesionales, entre médicos internistas, ginecólogos, cirujanos, pediatras, odontólogos y auxiliares, empezarán a primera hora del sábado la jornada, la cual incluye unas 60 cirugías, atención a 150 niños, 150 adultos mayores y 200 embarazadas.
Serán al menos 2.000 consultas durante cinco días de misión médica.
“Han sido generosos los profesionales que donan su tiempo y nos permiten llevar esta atención”, dijo Ana Lucía, quien recordó que al retomar el trabajo se reactiva el convenio con la Universidad del Cauca, que durante cinco años aportó el trabajo de sus profesores y estudiantes.
Fueron 24 misiones durante algo más de cinco años (2009-2013), en los que 47.000 personas de apartados lugares recibieron atención médica.
“Estoy agradecida con Dios. Es una satisfacción poder revivir este proyecto que ha beneficiado a tantas personas durante cinco años. Sabemos que en el Pacífico hay un caos en materia de salud; es triste encontrar mujeres menores de 30 años con cáncer de cuello uterino, embarazadas y sus bebés con sífilis, desnutrición, niñas de 12 años embarazadas”, concluyó López.
Al llegar se espera concretar con la EPS Asmet Salud la atención de las comunidades del litoral en Nariño.
La primera jornada
De la visita casa a casa realizada el año pasado quedaron agendadas las consultas de pediatría para niños de 0 a 10 años, medicina interna para adultos mayores, ginecología para embarazadas, ecografías obstétricas y cirugías de mediana y baja complejidad.
Entre estas están las de 60 mujeres inscritas para ligaduras de trompa; también, hernias y otros problemas que requieren cirugías menores.