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 Así se vivió en el municipio de Guaviaré el atentado en el que murieron un niño y un policía.

Tras el grito «hay un incendio, hay un incendio», hecho a través de un megáfono por pobladores de Miraflores, como acostumbran a hacerlo cuando tienen una emergencia, comenzó la noche trágica del pasado lunes para esta población del Guaviare. (Imágenes de Miraflores luego del atentado).

Habitantes y policías estaban apagando las llamas en la casa de un reciclador, a 70 metros del río Vaupés, cuando, según las autoridades, guerrilleros de las Farc lanzaron una granada.

«Estaban haciendo la cadena humana con baldes desde el río Vaupés para apagar el incendio, porque en Miraflores no hay bomberos, cuando explotó esa vaina. Eran como las 7 y 30 de la noche, y todo fue confusión y gritería», contó Sandra Sepúlveda, una mujer de 25 años que sobrevivió a la tragedia, en la que murieron el niño indígena de 11 años Fernando Fernández y el policía Diego Pinzón, de 24. Además, 28 personas resultaron heridas, entre ellas una mujer embarazada.

Esta mujer, empleada de una estación de servicio, cargaba, al igual que la mayoría de víctimas, un extintor para controlar la emergencia. Como Sandra, estaba detrás de la casa y solo sufrió algunas heridas por esquirlas en las piernas.

En medio de la oscuridad, los mismo habitantes intentaron auxiliar a los heridos, pero el niño indígena y el patrullero de la Policía habían muerto de forma instantánea. Luego, sobre las 8 p.m., hicieron presencia tropas del Ejército y refuerzos de la Policía.

«El avión fantasma y un helicóptero artillado llegaron al lugar e hicieron un puente aéreo, porque las Farc hostigaron y se enfrentaron cuando llegamos», contó el general Hugo Enrique Acosta, jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea.

Según el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, que calificó el hecho como «un crimen de guerra diabólico y demencial», las Farc «quemaron la vivienda del reciclador como señuelo para atraer a las tropas. Sostuvo que cuando los vecinos ya habían controlado las llamas y apareció la Policía, un guerrillero «lanzó una granada».

El general Jorge Navarrete, comandante de la Brigada de Selva No. 22, que opera en la zona, dijo: «Todo parece indicar que por un camino oculto la guerrilla regó combustible hasta el río e inició el fuego».

El Ejército y la Policía atribuyeron el atentado al frente primero de las Farc, que comanda Arsenio Mejía, alias ‘Kokoriko’, guerrillero que habría sido cercano a ‘Mono Jojoy’ y con amplio prontuario. Él habría ordenado el ataque.

En medio de los destrozos, los pobladores de Miraflores -un lejano municipio a 150 kilómetros del casco urbano de San José del Guaviare- intentaban ayer recobrar la calma. El propietario de la casa incendiada no aparece, «al parecer por miedo», dice el Ejército. Y los familiares de 10 heridos, trasladados a San José y Villavicencio por la Fuerza Aérea, hacían ayer lo que podían para llegar hasta las ciudades a acompañarlos.

Anoche, a Miraflores arribaba un grupo élite con 30 hombres del Gaula del Ejército que patrullará la zona. Las autoridades ofrecieron una recompensa de 20 millones de pesos por información sobre los responsables del ataque.
REDACCIONES DE VILLAVICENCIO Y BOGOTÁ
Habrá cese de operaciones
Tras la reunión de ayer entre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el Ministerio de Defensa y el colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz quedaron definidas para mañana y el sábado las liberaciones de dos policías y un soldado en poder de las Farc.

Los policías son Cristian Camilo Yate y Víctor González, y fueron secuestrados el 23 de enero en Florida (Valle). El soldado es Josué Álvarez Meneses, retenido en Policarpa (Nariño), el 29 de enero.

El pasado 2 de febrero la guerrilla reconoció que los tenía y anunció que los entregaría por intermedio de la exsenadora Piedad Córdoba y del CICR.

El cese de operaciones militares para la primera entrega comenzará hoy a las 7 de la noche, y se prolongará por 36 horas.

No se especificó la zona, cuyas coordenadas fueron entregadas por las Farc.

De igual forma ocurrirá con la entrega del sábado, para la que las operaciones militares cesarán desde la noche del viernes.

«Todo está previsto para que sea vía terrestre; si hubiera cambio de última hora, siempre podemos hacer adaptaciones, pero inicialmente, según nuestras previsiones, será vía terrestre en vehículos del CICR», afirmó Jordi Reich, jefe en Colombia de este organismo.

En medio de los preparativos para estas liberaciones no faltó la polémica. La exsenadora Piedad Córdoba, cabeza de Colombianos y Colombianas por las Paz, insistió en que no había recibido una «autorización oficial» del Gobierno para hacer parte del proceso.

El lunes, el viceministro de Defensa, Jorge Enrique Bedoya, aseguró que había «enviado mensajes» y que no había obtenido respuesta sobre el acompañamiento de la exsenadora.

Finalmente, ayer Córdoba publicó en su cuenta de Twitter: «Con alegría informo que ya llegaron las coordenadas. Se lo comuniqué al Viceministro de Defensa. Estamos listos para comenzar liberaciones».
Gobierno dice que ve ‘posibilidad de paz’
En un encuentro con el Consejo Gremial Nacional (CGN), el jefe del equipo oficial en los diálogos con las Farc, Humberto de la Calle, y el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, les dijeron a los empresarios que el Gobierno está en La Habana hablando con esta guerrilla porque «ve una posibilidad de paz, y no para legitimar el terrorismo», como afirman algunos.

Estas palabras son una especie de respuesta a quienes critican que se mantengan los diálogos con las Farc mientras el grupo armado arrecia sus ataques en el país, varios de los cuales han provocado muertes y heridas entre los civiles.

Los dirigentes empresariales tuvieron oportunidad para expresar sus inquietudes y comentarios frente al proceso. Rafael Mejía López, presidente del Consejo Gremial y de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), dijo que se enteraron de avances sobre el acceso y uso de la tierra.

Según Mejía, no hubo pedidos sino apoyos al proceso de paz. «Se tocaron temas generales y no específicos, dada la confidencialidad de lo que se negocia en La Habana», subrayó.

El encuentro con el Consejo Gremial, en la sede de la Andi y en el que también estuvo Fedegán -gremio crítico de los diálogos- a través de un delegado, hace parte de una serie de reuniones que tendrá el equipo del Gobierno para el proceso de paz con distintos sectores del país en sus viajes a Colombia. La idea es contarles sobre el estado de los diálogos con las Farc y escuchar sugerencias e inquietudes, según la información entregada por el equipo de paz.
‘Iván Márquez’ invita a la Iglesia a hablar con las Farc
En una carta al presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Rubén Salazar, el jefe de la delegación de las Farc en La Habana, ‘Iván Márquez’, invitó a los obispos a hablar con esa guerrilla en Cuba.

«Les extendemos a los obispos, desde La Habana, nuestra invitación a conversar sobre la guerra y la paz, y las ideas que pudieran llevarnos a una solución menos cruenta a este largo conflicto social y armado que enfrenta a los colombianos. Por la paz tenemos que hacer hasta lo imposible», dice la carta.

El mensaje de ‘Márquez’ al cardenal Salazar, en nombre de las Farc, termina diciendo: «Queremos reiterarle, monseñor, que hemos venido a La Habana en busca de la paz para Colombia, sobre la base, como lo plantearon al presidente Santos los 86 obispos congregados, de reducir las desigualdades sociales que perviven
en el país».
ELN habría liberado a cinco secuestrados
En un comunicado publicado ayer en la página oficial del Eln, esta guerrilla aseguró que liberó a cinco empleados de la empresa canadiense Geo Explorer, secuestrados el 18 de enero en Norosí, al sur de Bolívar. Se trata de los peruanos Javier Leandro Ochoa y José Antonio Mamani y los colombianos William Batista, Manuel Francisco Zabaleta y Álex López. En el texto el Eln no mencionó al canadiense Jernoc Wobert, quien seguiría en su poder.

http://www.eltiempo.com/justicia/atentado-de-las-farc-en-miraflores-guaviare_12592089-4

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