Se trata de un equipo de gobierno “para la paz, la equidad y la educación”, los tres ejes con los que ha querido marcar para la historia su segundo mandato, según dijo el propio Jefe de Estado el lunes al hacer el anuncio en la Casa de Nariño. (El nuevo gabinete para los tres pilares de Santos)
Consecuente con esa determinación, Santos se cuidó de poner en las carteras más estratégicas a hombres y mujeres de su mayor confianza.
De hecho, fue en estas posiciones claves donde se anticipó a nombrar o confirmar a los responsables antes de su posesión. (Lea aquí los retos nuevos en salud, medio ambiente y educación)
Desde hace dos semanas estaban designados los ministros de Defensa (Juan Carlos Pinzón), Hacienda (Mauricio Cárdenas), Relaciones Exteriores (María Ángela Holguín), Agricultura (Aurelio Iragorri) e Interior (Juan Fernando Cristo).
A partir de este martes hay siete rostros nuevos en el Consejo de Ministros. También nueve fueron confirmados o cambiados de cartera. Además de completar la nómina ministerial, el Presidente nombró a los directores de Planeación Nacional, Sena, Bienestar Familiar, Dian, Colciencias y los departamentos para la Prosperidad Social y la Función Pública.
‘La U’ y el liberalismo (cada uno con 5 ministros) fueron los más beneficiados.
Además del aspecto numérico, estos dos partidos (los más cercanos a Santos) se quedaron con las posiciones de mayor responsabilidad.
Defensa (Juan Carlos Pinzón), Agricultura (Aurelio Iragorri), Educación (Gina Parody), Comercio (Cecilia Álvarez) y Ambiente (Gabriel Vallejo) tienen el sello de ‘la U’.
El liberalismo, que ha luchado con esa última organización política por ser el más fiel al mandatario, no fue menos afortunado. La Cancillería (María Ángela Holguín), Justicia (Yesid Reyes), Interior (Juan Fernando Cristo), Salud (Alejandro Gaviria) y TIC (Diego Molano) quedaron en sus manos.
Uno de los grandes ganadores dentro del nuevo gabinete es el vicepresidente, Germán Vargas, quien se hizo con los ministerios de Transporte, con Natalia Abello, y de Vivienda, con Luis Felipe Henao. Son las carteras de la infraestructura y con mayor ejecución presupuestal.
A los conservadores, que estuvieron a medias con la reelección, les dieron dos ministerios claves: Hacienda, para Mauricio Cárdenas, y Minas, para Tomás González.
Dos carteras que quedarán en el gabinete con aire de independientes: Lucho Garzón, en Trabajo, y Mariana Garcés, en Cultura.
De los 16 ministros, 11 son de origen regional y 5 son de procedencia bogotana.
Cuatro integrantes del nuevo equipo tienen una clara vocación política, pues ellos o sus ancestros han tenido vidas marcadas por el quehacer electoral: Juan Fernando Cristo, Aurelio Iragorri, Gina Parody y Lucho Garzón. El resto, como Diego Molano, de las TIC; María Ángela Holguín, canciller; Juan Carlos Pinzón, de Defensa; Gabriel Vallejo, de Ambiente, y Luis Felipe Henao, de Vivienda, son más bien de línea técnica, aunque con experiencia pública.
Sena, Alfonso Prada: el excongresista bogotano llega como independiente. Asume lo que Santos denominó “la joya de la corona”. Tendrá que “cuidar y fomentar, fortalecer y proyectar” el organismo.
Dian, Santiago Rojas: este caucano asume el cargo en representación de ‘la U’. Según Santos, su tarea se centrará en aumentar el recaudo y la transparencia en la entidad tributaria.
DPS, Tatiana Orozco: es una barranquillera, de ‘la U’. Su misión, de acuerdo con el Presidente, es trabajar hacia una Colombia con cada vez menos pobres y sin miseria. Era la jefa de Planeación.
Bienestar Familiar, Cristina Plazas: esta bogotana, del partido de ‘la U’, fue la secretaria privada del presidente Santos. Su tarea se centrará en trabajar por los niños y la primera infancia.
Colciencias, Yaneth Giha: es una barranquillera, del partido de ‘la U’. Deberá “articular y potenciar a largo plazo la ciencia, la tecnología, la innovación con la academia, el sector privado y las regiones”.
Departamento Administrativo de la Función Pública, Liliana Caballero: bogotana cercana al exalcalde Antanas Mockus. Santos le señaló trabajar en que todos los funcionarios vayan cambiando su cultura, enfocándose en los retos que él ha planteado.