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En las afueras, la comida se pudre porque los manifestantes no permiten que pase a la ciudad.


Desde hace 10 días, Popayán parece una ciudad fantasma. Menos del 10 por ciento del servicio de transporte público circula aún por sus calles porque se quedó sin combustible; los estudiantes no van a clase; el comercio está cerrado; los alimentos escasean: no se consiguen pollo, ni papa, ni cebolla y mucho menos frutas, mientras en las afueras, en la vía Panamericana, estos se pudren. (Lea también: En Pereira se decidirá la suerte del paro cafetero).


Los camiones cargados de alimentos están atrapados en medio de los bloqueos, que se extienden a lo largo de 12 puntos de la carretera Panamericana.
Desde cuando los caficultores caucanos decidieron unirse al paro cafetero nacional, Popayán quedó aislada. Antes del paro, la arroba de cebolla larga estaba a 15.000 pesos; hoy se comercializa a 47.000, si no llega podrida.(Siga este enlace para leer: Gobierno y cafeteros reanudarán diálogos mañana en Pereira).


Este fin de semana, 16 pacientes graves fueron trasladados a Cali, pero por vía aérea, en un vuelo humanitario del Ejército.
Los hospitales San José y Susana López de Valencia suspendieron las cirugías que estaban programadas para esta semana, pues se quedaron sin insumos hospitalarios.
 
La secretaria de Salud de Popayán, Leticia Muñoz, explicó que «realizar una cirugía en las actuales circunstancias significaría poner en riesgo la salud de los pacientes por la carencia de oxígeno y demás medicamentos básicos».


Carlos Felipe Sánchez, uno de los socios de Dulces Rinconcito, empresa dedicada a elaborar manjarblanco, dijo que este paro amenaza con enterrar su negocio.
 
Esta empresa familiar, en el kilómetro 14 entre Popayán y Cali, se ha visto seriamente afectada por los bloqueos.
«El 90 por ciento del mercado lo tenemos del Valle hacia el norte. Hemos dejado de facturar en la última semana unos 60 millones de pesos», dice Sánchez, quien no tuvo más remedio que decirles a sus 40 empleados que dejaran de ir a trabajar.
 
Unos kilómetros más adelante, en la autopista hacia Cali, está Pollos Conquistador, que ya ha perdido 260 millones de pesos. Ante la falta de concentrado, ya han muerto 45.000 de sus aves.
 
La única vía por la que le llegaban insumos, La Plata-Inzá-Totoró-Popayán, ya está cerrada.
«Sinceramente, les digo que a partir de hoy sé que no me va a entrar más alimento y me toca sentarme a ver morir los 150.000 pollos que me restan», dijo la administradora de la empresa.

En el casco urbano de Popayán, desde hace una semana el taxista Carlos Ortiz no ha podido ganarse los 20.000 pesos diarios ‘para la papa’, porque los vehículos en los que podía trabajar, al menos medio tiempo, están parados por falta de gasolina.
 

«Vea, uno solo sabe manejar, y el patrón le dice a uno: ‘Coja el carro, eso sí, si lo puede tanquear, y trabájelo’. Aunque suene raro hay que decir ‘no, gracias’. Conseguir gasolina hoy en Popayán es una vaina brava», afirmó este conductor de 30 años, quien paga arriendo y es padre de una niña, quien, a causa del paro, tampoco ha podido ir a estudiar.
 
Joven madre, con muerte cerebral
 
En el Huila, el paro cafetero deja a una joven madre, de 20 años, con muerte cerebral, y su pequeña bebé, que lucha por su vida, en una incubadora.
Carolina Perdomo viajaba en una ambulancia del sur del Huila a Neiva para dar a luz. Un bloqueo de caficultores en el cruce de Algeciras les impidió el paso y los obligó a ir por caminos destapados en una travesía de seis horas.
 
El periplo de la mujer había comenzado el lunes a las 7 de la mañana cuando salió de su casa en la vereda Pacarní, y terminó pasada la una de la tarde cuando pudo ser atendida.
FERNEY MENESES
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
POPAYÁN.

http://www.eltiempo.com/economia/bienestar/crisis-en-popayan-por-paro-cafetero-_12644085-4

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