Por este motivo, con el apoyo de diferentes sectores de la sociedad civil y las Comisiones de Paz de Senado y Cámara, Galán inauguró el Centro de Pensamiento para la Paz y el Posconflicto, que tiene como fin hacer propuestas para garantizar que los acuerdos que se logren en la mesa de negociación, que se establecerá en la Habana, sean una realidad.
¿Por qué se mete de lleno en el tema de la paz?
Abandone la guerra hace años y cuando uno abandona la guerra no se puede quedar quieto. El que no hace nada está siendo cómplice de la guerra y estoy decidido por la paz.
Usted perdió el reconocimiento del Eln. ¿Aprovecha este momento para invitar a esta organización a dejar las armas?
Cuando el Eln me retiró el apoyo fue porque yo renuncié a representarlo. No quiero tomar ninguna vocería por el Eln, tampoco por el Estado. Estoy trabajando desde la sociedad civil, porque estoy seguro de que desde acá también es importante construir la paz.
¿Qué diferencia este de otros procesos? ¿Por qué en esta ocasión saldría bien?
El presidente Santos primero exploró si era cierto que la guerrilla hubiera tomado la decisión de abandonar las armas. En segundo lugar, es claro para nosotros que el presidente sabe para qué camino va con este proceso. Esos son dos factores que me dan un alto grado de confianza. El proceso que vive Colombia es histórico, podría significar el final de la última guerrilla de América Latina y una de las más antiguas del mundo.
¿Pero una negociación exitosa garantizaría la paz?
El conflicto va más allá que el combate de la guerrilla. Acá hay violencia urbana, del narcotráfico, la misma violencia intrafamiliar. Hay que terminar todas las formas de violencia para que el país se pueda dedicar a resolver sus problemas de desigualdad, de exclusión y de participación. El éxito de la negociación es un paso importante, pero no es la garantía de la paz.
El presidente Juan Manuel Santos ha sido claro al manifestar que será una negociación exclusiva de los representantes de las Farc y el Gobierno en La Habana, ¿por qué serían acogidos los planteamientos del centro de pensamiento?
Eso está muy claro, lo que ha planteado el presidente Santos y lo primero que pretendemos hacer es evitar perturbar las conversaciones de Oslo o de Cuba. Nosotros no necesitamos ir a audiencias, nosotros simplemente vamos a producir pensamiento y si la mesa recoge nuestros aportes, será de la mayor importancia. Nos declaramos respetuosos, no queremos entorpecer la majestad de la mesa de diálogo.
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