Como una muestra de reconciliación, cuatro excombatientes del Eln, las Farc y los paramilitares ofrecieron una rueda de prensa para decirle a la mesa de diálogos de La Habana y al presidente Santos que quienes hicieron la guerra quieren ser los primeros soldados de la paz.
También pidieron a las partes tener en cuenta la experiencia de quienes se desmovilizaron, y a la sociedad en general le enviaron un mensaje contundente: “Les pedimos que dejen atrás sus prejuicios, que dejen de juzgarnos por las decisiones que tomamos en el pasado, que sepan que los excombatientes no sólo sabemos hacer la guerra y que estamos dispuestos a construir la paz”.
En un comunicado de tres páginas, leído por Jéferson Pérez, presidente de la Mesa Nacional de Excombatientes, los desmovilizados señalaron: “Nosotros, los que históricamente hemos sido utilizados para hacer la guerra, los peones de la guerra, hemos aprendido a decir no, a pararnos y no dejarnos utilizar. Aprendimos a trabajar para que la paz sea la forma natural de levantarnos todos los días. Los que alguna vez portamos armas para imponernos sobre otros, nos declaramos como los primeros soldados de la sociedad del posconflicto, de la paz, la reconciliación y la esperanza”.
Para estos cuatro hombres que dejaron las armas voluntariamente, su experiencia en las filas de los violentos y su proceso de reintegración a la sociedad los han convertido en portavoces de la reconciliación. Mensaje que quieren llevar a las veredas de donde una vez salieron vistiendo camuflado y con la rabia como motor. Ahora le dicen sí a la paz y quieren convertirse en promotores de los acuerdos de La Habana, porque reconocen, tras vivir la guerra, la cárcel y la desmovilización, que el diálogo es el único camino que conduce a la reconciliación.
“Nosotros, los que empuñamos las armas, encontramos en esta negociación la oportunidad histórica de erigir una nueva sociedad con principios éticos, humanos, sociales y políticos que debe tener una comunidad de posconflicto, que, con sus diversas políticas públicas, invita a hacer de la vida y la dignidad armas para ser libres y vivir en paz”, sostiene el documento. De hecho, la Mesa Nacional de Excombatientes lidera distintas actividades, como un campeonato de fútbol que se realizará en septiembre, con desmovilizados de las Farc, el Eln, el Epl y las Auc, víctimas de la violencia y militares retirados.
Igualmente plantean la creación de la Escuela Nacional de Paz, para difundir las experiencias de quienes tomaron parte en la confrontación armada, pero que tras un ejercicio de construcción individual y colectiva le apuestan a la paz, la educación y la cultura de la reconciliación. Asimismo trabajan con la Agencia Colombiana de Reintegración para formarse como constructores de paz, capaces de hacer pedagogía de los acuerdos en las distintas regiones del país. “Terminar con el conflicto armado es terminar con la fábrica de víctimas, es superar la vieja tradición de hacer política a partir del terror de las armas”, agregan.
Finalmente, le pidieron al Gobierno y al Eln persistir en su proceso de negociación, pues consideran que una paz sin este grupo insurgente está incompleta y pone en riesgo los acuerdos de La Habana. “La paz ha sido y será nuestra adoración eterna. Por ello, nos desmovilizamos de la guerra, y ahora nos movilizamos por la paz. Una paz con justicia social, y apertura democrática y una verdadera reconciliación”, concluye el documento.